Hoy recordaba al inglés, que conocí en Buenos Aires y con el cual viví un par de meses. Tenía dos departamentos; en uno vivía él y en el otro su abuela. Era una señora mayor. Bastante mayor. Creo que tenía ciento dos años. El inglés un día tuvo que viajar. El asunto es que yo me quedaba en su departamento, cuidándoselo, y dos o tres veces por día debía hecharle un vistazo a la vieja, en el departamento contiguo.
lunes, 5 de enero de 2009
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