Un soldado autista va a la guerra y se pierde. Mandan un pelotón a buscarlo pero él se quiere quedar. Los soldados y el capitán lo quieren traer a la fuerza, tironeándolo de los brazos pero el soldado Rainman se pone a llorar y a gritar y a golpearse la cabeza con su propia mano. Al final el capitán se cansa y lo manda a la concha de su hermana y lo deja solo, en territorio enemigo. Es muy emotivo y muy movilizador el monólogo que pronuncia el capitán Forrest Gump , con las pelotas por el piso en la escena final: “Vas a ver cuando vengan los alemanes, vas a ver. Te van a llenar el orto de explosivo plástico y después te van a hacer fumar un toscano, pedazo de otario”. Y se va. Yo en esa parte lloré. Es un verdadero canto a la vida. Un mensaje profundo, pleno de sincretismo; más aún, me atrevería a jurar que el director quiso sublimar ese sincretismo en un eclecticismo post neoliberal, prenupcial, y alikal. Todavía me acuerdo y se me pone la piel de gallina, se me pone.
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5 comentarios:
Si muy emotivo, sobre todo los que se cagan muriendo para salvar a uno solo, todo sea por la gran democrácia del norte, dejado en un
final pedorro.
Al final... el quía se encuentra con la madre o fue todo al pedo?, no me acuerdo muy bien como termina.
lástima que salgas tan poco es buenisimo!!
tienes un blog genial y unico pasaba para desearte un muy feliz año y nos leemos pasate por mi blog
Hola, Chalero. Me encanta tu blog y tu sentido del humor, sos muy divertido y pienso aprovechar este domingo tan frío para leerlo con calma. Por cierto que viví un año y medio (1999-2000) en Buenos Aires, en el barrio de Caballito muy cerca de Rivadavia. Saludos y gracias por pasarte por mi blog. Chau. Borgo.
che, culorroto, segui escribiend
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