UNA DE LAS CANCIONES MÁS CÓMICAS DE LA HISTORIA

Con mi amigo Pichuco, durante las largas horas que pasábamos manejando por las rutas de Brasil, nos divertíamos buscando en nuestra memoria antiguas y desopilantes canciones que nos habían llamado la atención siendo niños. Las cantábamos y nos reíamos como nenes que juegan a ponerse la ropa ridícula y démodé de nuestras abuelas. Había una en particular (Vengo Anch’io) que nos parecía fabulosa, pero desgraciadamente no recordábamos gran parte de la letra. Luego de mucho buscar, hoy la encontré en Youtube; y descubrí con alegría y asombro que la letra de dicha canción fue compuesta por Darío Fo y Enzo Jannacci. El primero, un excelente escritor, premio Nobel de Literatura en 1997; el segundo, un cantante, actor, médico cirujano y comediante de primer nivel. No podía ser de otra manera. Se trata de la canción más disparatada de todos los tiempos; el humor y el absurdo se conjugan con tal maestría que dan como resultado una verdadera joya. Mención aparte merece el bailecito que se manda Enzo ahí por el minuto 1':35", como así también el chiflido y el pasito hacia el fondo que ejecuta con cada estrofa.

VENGO ANCH’IO (D. FO - E. JANNACCI, 1967)

YO TAMBIEN VOY. NO, TU NO (Trad. JCF)

Podríamos ir todos juntos al zoológico municipal.

Yo también voy. No, tú no.

Para ver cómo están las bestias feroces

y gritar: "¡Auxilio, auxilio, se ha escapado el león!"

Y ver a escondidas qué pasa.

Yo también voy. No, tú no.

Pero, ¿por qué? ¡Porque no!

Podríamos ir todos juntos allá donde es primavera.

Yo también voy. No, tú no.

Con la novia del brazo a hablar de amor,

y descubrir que siempre acaba por llover,

y ver a escondidas qué pasa.

Yo también voy. No, tú no.

Pero, ¿por qué? ¡Porque no!

Podríamos después esperar todos un mundo mejor.

Yo también voy. No, tú no.

Donde cada uno ya esté listo para cortarte una mano,

un mundo bello sólo con odio pero sin amor

y ver a escondidas qué pasa.

Yo también voy. No, tú no.

Pero, ¿por qué? ¡Porque no!

Podríamos ir todos juntos a tu funeral.

Yo también voy. No, tú no.

Para ver si después la gente llora de verdad,

y comprender que para todos es una cosa normal,

y ver a escondidas qué pasa.

Yo también voy. No, tú no.

Pero, ¿por qué? ¡Porque no!

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